Cómo cebar un buen mate según los especialistas
28 noviembre, 2019
Sylvain, pastor en el Sur de Francia
18 enero, 2020

El ceibo, flor nacional de Argentina

Compartí esta Nota en:

Retrato de un árbol nacional

El ceibo es un árbol pequeño, de altura promedio entre 5 y 10 metros, muy característico del Delta del Paraná y de las riberas del Río de la Plata. Por eso es uno de los símbolos nacionales de Argentina. En los pastizales de las islas del Delta, los ceibales son bastante comunes ya que les gusta los suelos húmedos inclusos saturados de agua. Lo más llamativo es su flor roja que aparece entre octubre y abril atrae a los colibries.
Su madera es muy buscada para fabricar el bombo legüero, instrumento característico de la música folklórica de Santiago del Estero. La flor sirve para teñir lienzos y lanas, y la corteza del tronco hervida en agua tiene uso medicinal para lavar heridas y llagas de la piel. Su floración y sus ramas irregulares le dan un gran valor ornamental. Por eso se lo puede ver en muchos parques y veredas, incluso fuera de Argentina. De hecho, en Barcelona, en la plaza Cataluña, está plantado un hermoso ejemplar.

Leyenda de la flor del ceibo

«Anahí era la más fea de las jóvenes de la tribu pero tenía una maravillosa voz y cantaba con tanta dulzura que encantaba a todos cuando modulaba las melodias de su tribu. Era noble de corazón, valiente y audaz cualidades que demostraría muy pronto. No tenía hermosas facciones, pero sí belleza de alma y un coraje solidario que ennoblecía su persona. Un día, sobrevino un ataque de los españoles a su tribu. Sin titubear, la joven Anahí, se sumó a los guerreros para defender el hogar y la comunidad. Lo hizo con increíble bravura. En medio del combate, se le veía altiva y decidida. La bravura de la muchacha despertó enseguida la admiración de todos, defensores y atacantes. En denodada lucha demostró las ansias de libertad de su estirpe. Pero los atacantes consiguieron reducir a los defensores y Anahí fue tomada prisionera. La pequeña muchacha de la hermosa y dulce voz fue encerrada y custodiada por un centinela. Triste y sola, no perdió su apostura. Por momentos cantaba con su invencible y melodiosa voz. Era tan cautivante su dulce voz, que el propio centinela quedó preso de sus canciones y en un momento de descuido Anahí, le asestó un sorpresivo y violento golpe y logró emprender la huida.
Ya había ganado el bosque cuando la alcanzaron. Nuevamente fue capturada y condenada a morir en la hoguera creyendo que Anahí era una bruja que tenía poderes ocultos y hechizaba a los hombres con su voz. Esa noche, cuando la luna llena alumbraba con todo su vigor, el pequeño cuerpo de la abnegada y decidida muchacha, fue atada a un poste a orillas del río. Enseguida trajeron montones de leñas que fueron apiladas alrededor de la prisionera. Un denso humo negro cubrió la escena. No se escuchó ningún grito desesperado, ni llantos, entre la humareda comenzó a escucharse la dulce voz de la indiecita cantar con más fuerza que nunca. Huyeron aterrorizados. Ardieron los leños. Al llegar los resplandores del alba, cuando las llamas ya se habían apagado volvió el enemigo al lugar y vieron con asombro que en el lugar del sacrificio estaba erguido un árbol de rugosa corteza y que en sus verdes ramas, lucían ramilletes de rojas flores. Habían nacido el ceibo y su flor. Dicen que alma de Anahí, la indiecita fea de la dulce voz, anida en la flor del ceibo y es símbolo de libertad y valentía.»

Su documento de identidad

NOMBRE CIENTIFÍCO:
Erithrina crista-galli

NOMBRES COMUNES:
Ceibo, seibo, bucaré

DONDE ENCONTRARLO:
Presente en toda la Mesopotamia Argentina, Buenos Aires, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Salta, Jujuy, Tucumán.
En la ciudad de Buenos Aires en la Plaza Lavalle hay un ejemplar histórico plantado en 1878

ESTADO DE CONSERVACIÓN:
Preocupación menor
DISTINCCIÓN:
El ceibo es la flor nacional de Argentina y de Uruguay.

Bibliografía

Diccionario folkllórico de la flora y de la fauna de América, Félix Coluccio, Biblioteca de Cultura Popular, Ed. del Sol

Curso Leyendas de la flora y la Fauna argentina. Escuela Argentina de Naturalistas, Fundación Aves Argentinas. (Leyenda recompilada por Claudia Nardini y Marcela Lossada)

Facebook Comments