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El Palo Borracho, árbol de la abundancia de los Wichís

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El Palo borracho (ceiba speciosa) es un árbol de lo más extraño y hermoso que haya visto, y hoy día es parte integrante de mi cotidiano. Crece naturalmente en las selvas del Norte argentino pero se encuentra con frecuencia en muchas plazas y parques de Buenos Aires. A mí me encanta la perspectiva que se tiene debajo sus ramas.

Pariente del baobab, se reconoce por su altura importante pero sobretodo por su tronco panzudo, a veces torcido. En realidad, tiene la capacidad de retener agua en su tronco. Por eso resiste a la sequía. No deja de ser llamativo que muchas de las mitologías relacionadas con él implicaran el agua (ver abajo). Desarrolla también espinas en las ramas como en el tronco.

Florece en verano y otoño, de enero a mayo. Su floración es tal vez uno de sus mayores atractivos, por eso este árbol tiene gran uso ornamental. La flor, de color rosa,mide unos 15 cms y tiene 5 pétalos Suele ser polinizada por colibries, insectos y algunos murciélagos. Su fruto es una vaina de 20 cm de largo. En su interior, recubriendo las semillas se encuentra una especie de fibra de algodón que es de mucha utilidad. Con esta fibra, que tiene la particuliaridad de ser antialérgica,  se hacen rellenos de colchones y almohadones. Tradicionalmente se usa su madera para hacer canoas.

Existe otra especie de flor blanca (Ceiba chodatii) que recibe el nombre de Palo borracho de flor blanca o Yuchán. Precisamente es éste último, el protagonista de esta leyenda del Norte.

 

 

 

La leyenda del Palo Borracho

El relato corresponde al ciclo de los mitos del pueblo wichi.

En el tronco del Palo Borracho, vivía el Padre de los Peces. Cada noche llenaba el árbol con agua y peces para que a los humanos no les faltarán alimento. Pero un día, un miembro de una tribu decidió comerse al Pez Sagrado y para ello, le arrojó una flecha de guayacan en pleno corazón. En medio de su agonía, el enorme pez azotó con su potente cola los árboles panzudos que al partirse arrojaron agua sobre la vasta llanura. En este episodio, gracias a Tok’uaj, el heroe civilizador de los Wichis, se crearon los ríos Teuco ( cuya continuación es el Bermejo) y Pilcomayo.

Los hombres de la tribu que hasta entonces vivían agrupados, se dispersaron y fueron a buscar peces en diferentes regiones,   guerreando para conseguirlos y formando también algunos pueblos. El Padre de los Peces, alojado ahora en el fondo de la Tierra, irritado por las luchas, asoma frecuentemente su lengua de siete colores, el arco iris. Apacigua así el impetú guerrero de los hombres y los incita al trabajo fecundo. la región es hoy un hormigueo humano que cultiva algodón, practica desmonte en la selva espesa, y navega en los ríos con potentes embarcaciones. Pero quedan aún árboles frente a las aguas cristalinas de arroyos y lagunas que hacen aflorar el Padre de los Peces, aquel que noche a noche ponía en ellos miríadas de peces para que las tribus no perecieran de hambre.

 

Su documento de identidad

NOMBRE CIENTIFÍCO:
Ceiba speciosa

NOMBRES COMUNES:
Palo Borracho, Árbol botella, Árbol barrigudo, Samohú

DONDE ENCONTRARLO:
Presente en todo el Norte de Argentina, las provincias del Noroeste: Salta, Jujuy,  Santiago del Estero,  Tucumán, Catamarca, como las del Noreste: Chaco, Formosa, Misiones y también en Santa Fe. En la ciudad de Buenos Aires la emblématica avenida 9 deJulio presenta unos lindos ejemplares. Hagan clic acá para saber donde encontrarlo en Buenos Aires

ESTADO DE CONSERVACIÓN:
Preocupación menor

Bibliografía

Diccionario folkllórico de la flora y de la fauna de América, Félix Coluccio, Biblioteca de Cultura Popular, Ed. del Sol

Curso Leyendas de la flora y la Fauna argentina. Escuela Argentina de Naturalistas, Fundación Aves Argentinas. (Leyenda recompilada por Claudia Nardini y Marcela Lossada)

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